Aprende a leer y a comprender lo que lees



El hombre que no ha tenido el hábito de leer está aprisionado en su mundo inmediato en cuanto a tiempo y espacio. Su vida cae dentro de una rutina establecida, se limita al contacto y la conversación con algunos amigos y conocidos y no ve más de lo que sucede en su vecindad. Pero en el momento en que se toma un libro entra en un mundo distinto, y si se trata de un buen libro entra en contacto con uno de los mejores charlistas del mundo.

Por lo tanto poder vivir un par de horas en un mundo y alejar de nuestros pensamientos las exigencias del presente inmediato, es un privilegio que deben envidiar aquellos que se encuentran presos en sus cárceles corporales.

Un factor importante en la escuela y en el trabajo es saber leer y comprender lo que leemos. Los malos hábitos en la lectura pueden ser la causa de dificultades en el estudio y el resultado de las bajas calificaciones y hasta la reprobación.

En algunas ocasiones debido a que no puedes leer o comprender algunas palabras, te detienes demasiado, o en otras ocasiones interrumpes el ritmo de la lectura, cuando esto te pase recurre inmediatamente al diccionario con el propósito de eliminar cualquier obstáculo y al mismo tiempo enriquecerás tu vocabulario.

La lectura debe ser dinámica y estar dirigida hacia la obtención de información, no debes leer por leer. Se lee para entender, y esto requiere pronunciar correctamente los términos y respetar la puntuación y la entonación. Hay que leer con especial cuidado las palabras, frases u oraciones subrayadas, con cursivas o entre comillas, puesto que aparecen de esta manera por una intención definida del autor.

Cuando hayas localizado las ideas o conceptos más relevantes, subráyalos, a fin de que destaque aún más tu selección.

EJERCICIO
Descubre como lees.

En el siguiente cuadro anota qué es lo que haces cuando lees. Después trata de corregir este aspecto. No te engañes sé veraz contigo mismo.

Aspecto En un minuto cuantas veces lo haces...
Mover labios
Regresar a la línea que ya leíste.
Buscar las palabras nuevas o que no comprendo.
Leer palabra por palabra
Distraerte y perderte en el texto


EJERCICIO
De lo anterior te sugerimos que grabes tu voz, en el momento que estés leyendo y después lo escuches con calma. Esperemos que tú reflexión te lleve a responder lo siguiente ¿se leer? .

Si la reproducción de los símbolos no va acompañada de los correspondientes acentos, pausas, entonaciones, interrogativas y afirmaciones; es mejor que tomes tus libros y empieces a practicar la correcta lectura y después viene como consecuencia la comprensión de lo leído.

Si tú eres de esos personajes que utilizan los libros para adornar, planchar, hacer músculo o encender fogatas, “abandona la escuela”, porque los libros son para documentarse y profundizar el conocimiento del hombre.

Para formarte como un buen lector debes:
a) Estar bien físicamente
b) Mantener una buena postura al leer para evitar el cansancio.
c) Descansar la vista ocasionalmente para reposar los músculos oculares.
d) Adquirir una velocidad adecuada según el tema de lectura y la dificultad de las palabras y su comprensión.
e) Leer sin mover los labios o la lengua.
f) Concentrar la atención durante la lectura.
g) Tener voluntad para usar el diccionario.
h) Leer sin vacilar, sustituir, deletrear o cambiar las letras en las palabras.
i) Tener una actitud crítica interrogadora y evaluativa.


SUGERENCIAS PARA LEER TU TEXTO
Conoce el libro que utilizarás Lee la portada , sus solapas o cubiertas.
Para saber los temas que trata revisa los índices y la bibliografía.
Para comprender la estructura del libro: lee los títulos, subtítulos e introducción.
Para conocer la forma como el autor presenta un tema: al azar elige un capítulo y reconoce características tales como profundidad, nivel de dificultad, las intenciones del escritor, el estilo.

Aprende a seguir las indicaciones: revisa las gráficas que te presenta, los dibujos, fotografías, mapas o caricaturas.

Para concluir te presentare un conjunto de claves para mejorar la asimilación de los materiales estudiados.
1. Comprende lo leído, pues esto favorece el aprendizaje permanente.
2. Relaciona el tema estudiado con otros contenidos previamente aprendidos, para que éstos sirvan de apoyo y consoliden el conocimiento sobre el tema en cuestión.
3. Práctica lo que has aprendido, ya que de no hacerlo puedes olvidarlo; éste el principio llamado súper aprendizaje.
4. Proporciona a tu material una estructura lógica, para tal efecto busca conexiones significativas en la información que obtengas.
5. Divide en fragmentos la información más prolongada.

Hay algo que nunca debes olvidar cuando estudies un libro: Tú lectura debe ser crítica, piensa y cuestiona lo que lees y no te conformes con aceptar lo que se te dice. Trata de "contradecir al autor", ¡funciona!

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